¿Albert Einstein? ¿Apócrifo? ¿Anónimo?
Estimado Equipo de AN: ¿Dijo Albert Einstein lo siguiente?
Todo aquel que se interesa seriamente por la búsqueda de la ciencia se convence de que en las leyes del universo se manifiesta un espíritu, un espíritu enormemente superior al hombre, y ante el cual nuestros modestos poderes deben parecer humildes.
Cuando busco en internet esta frase me sale pantalla tras pantalla de citas de gente que muele hachas religiosas, pero nunca una fuente. Sospecho que Einstein lo dijo realmente, pero me encantaría estar seguro y conocer el contexto.
Equipo de AN: En 1936 Albert Einstein envió una carta a una estudiante de sexto grado llamada Phyllis Wright. La carta estaba escrita en el idioma nativo de Einstein, el alemán, y no en inglés. Su nota era compleja, de múltiples capas y difícil de traducir al inglés. La misiva contenía una sección en la que se expresaba una opinión similar a la del texto presentado por el autor de la pregunta. Más adelante AN presentará tres traducciones distintas de un fragmento de la carta correspondiente al pasaje anterior.
Einstein respondía a una pregunta que se basaba en un tema de discusión en clase en un curso de escuela dominical. He aquí un extracto de la nota de Phyllis:
Nos sentiremos muy honrados si responde a nuestra pregunta: ¿Rezan los científicos y por qué rezan?.
La nota de Einstein estaba fechada el 24 de enero de 1936 y reflejaba sus polifacéticas creencias en el ámbito espiritual. Aquí hay información adicional junto con una cita.
El libro de 1999 “Einstein y la religión: Physics and Theology” de Max Jammer incluyó el siguiente segmento de la carta de Einstein traducido al inglés. La eficacia de la oración y los límites del conocimiento científico actual eran dos temas del texto:
La investigación científica se basa en la suposición de que todos los acontecimientos, incluidas las acciones de la humanidad, están determinados por las leyes de la naturaleza. Por lo tanto, un científico investigador difícilmente se inclinará a creer que los acontecimientos puedan ser influenciados por una oración, es decir, por un deseo dirigido a un Ser sobrenatural. Sin embargo, tenemos que admitir que nuestro conocimiento real de estas leyes no es más que una obra incompleta (unvollkommenes Stückwerk), por lo que, en última instancia, la creencia en la existencia de leyes fundamentales que lo abarcan todo también se basa en una especie de fe. No obstante, esta fe se ha visto ampliamente justificada por el éxito de la ciencia.
La carta continuaba con la siguiente frase alineada estrechamente con la cita investigada:
Por otra parte, sin embargo, todo aquel que se dedica seriamente a la búsqueda de la ciencia se convence de que las leyes de la naturaleza manifiestan la existencia de un espíritu enormemente superior al de los hombres, y ante el cual nosotros, con nuestras modestas facultades, debemos sentirnos humildes. La búsqueda de la ciencia conduce, por tanto, a un sentimiento religioso de un tipo especial, que difiere esencialmente de la religiosidad de las personas más ingenuas.
El libro de 2002 “Querido profesor Einstein: Albert Einstein’s Letters to and from Children” publicó la consulta del niño y la respuesta de Einstein. La editora de esta recopilación, Alice Calaprice, es una gran experta en las citas de Einstein y también editora de la referencia “The Ultimate Quotable Einstein”.
Aquí hay un extracto que contiene la cita investigada proporcionando una traducción alternativa al inglés:
Pero también, todo aquel que se involucra seriamente en la búsqueda de la ciencia se convence de que algún espíritu se manifiesta en las leyes del universo, uno que es enormemente superior al del hombre. De este modo, la búsqueda de la ciencia conduce a un sentimiento religioso de un tipo especial, que seguramente es muy diferente de la religiosidad de alguien más ingenuo.
En 1999, un catálogo de subasta incluía la carta mecanografiada en alemán enviada a Phyllis Wright y firmada por A. Einstein. La descripción del artículo incluía otra traducción:
Por otra parte, los que se dedican al estudio científico están llenos de la convicción de que la naturaleza, en su respeto a la ley, muestra la presencia de un espíritu que es mucho más grande que el espíritu humano y ante el cual debemos confesar humildemente nuestras propias y modestas facultades. El trabajo científico, por lo tanto, conduce a un sentimiento religioso de un tipo único que es, por supuesto, diferente del sentimiento religioso de los hombres menos informados.
En conclusión, hay apoyo para atribuir este dicho a Einstein. Sin embargo, captar todos los matices del sofisticado alemán de Einstein es una tarea difícil y estas traducciones son imperfectas. Además, los pequeños extractos no pueden expresar completamente los intrincados y múltiples pensamientos comunicados por Einstein sobre este tema en sus escritos y conferencias. Gracias por plantear esta intrigante cuestión.
Actualización de la historia: El 7 de febrero de 2012 se reescribió esta entrada. La nueva versión de este post incluye tres extractos de traducción. La versión anterior sólo presentaba el texto de “Querido profesor Einstein”.
2002, Querido profesor Einstein: Albert Einstein’s Letters to and from Children, Editado por Alice Calaprice, Página 127-129, Prometheus Books, Amherst, Nueva York. (Verificado en papel)
1999, Einstein y la religión: Physics and Theology por Max Jammer, Comienza la página 92, Cita la página 93, Princeton University Press. (Vista previa de Google Books)
2010, The Ultimate Quotable Einstein, Editado por Alice Calaprice, Sección: On or to Children, Page 80, Princeton University Press, Princeton, New Jersey. (Verificado en papel)
1999, Catálogo de la subasta de autógrafos de la empresa R. M. Smythe, [Subasta de autógrafos de otoño #192, Fecha: Martes, 2 de noviembre de 1999 – 11:00 AM, Lugar: Algonquin Hotel, 59 West 44th Street, New York], Artículo: 460. (Imágenes digitales de los archivos de Albert Einstein en Jerusalén)