Este es el tipo de tonterías que no soportaré

¿Winston Churchill? ¿Rudy Vallee? ¿Capitán del Ejército? ¿Profesor de instituto? ¿La revista Strand? ¿Anónimo?

Estimado Equipo de AN: Mi pregunta se refiere a una anécdota memorable sobre el estadista Winston Churchill y los detalles de la gramática. En el pasado, muchos libros que ofrecían consejos gramaticales decían a los lectores que nunca debían terminar una frase con una preposición. Hace años, cuando Churchill solicitó comentarios haciendo circular el borrador de un importante discurso, recibió una crítica que incluía una corrección de su texto. Una de sus frases fue reordenada para cumplir con la regla de la preposición. Un Churchill furioso respondió con una de las siguientes réplicas:

  • Este es el tipo de tonterías sangrientas que no voy a aguantar.
  • Este es el tipo de pedantería que no voy a aguantar.
  • Este es el tipo de impertinencia que no voy a aguantar.

Disfruto de esta historia y la he vuelto a contar en numerosas ocasiones porque demuestra lo torpe que puede llegar a ser una frase cuando se reescribe mecánicamente para cumplir con una prohibición sin sentido. Lamentablemente, me he enterado de que su historia puede ser apócrifa. ¿Podría explorar este tema?


Equipo de AN: Este famoso cuento ha atraído el interés de muchos investigadores a lo largo de las décadas. El caso más antiguo conocido por AN apareció el 31 de julio de 1941 dentro de “The West Sussex Gazette” de Sussex, Inglaterra. Churchill no estaba involucrado; en su lugar, la anécdota presentaba a un maestro inglés no identificado de una escuela secundaria que fue llamado a alistarse en el ejército. Durante la correspondencia con un oficial superior, el maestro inglés fue regañado por haber colocado una preposición al final de una frase, y respondió empleando la frase cómicamente incómoda. La frase “ticked off” en el pasaje de abajo significa “regañado”. Negrita añadida a los extractos por AN: 1

El superior, que era algo así como un martinete, preciso en cuestiones de composición, “regañó” a su subalterno por terminar una frase con una preposición. El subalterno, en su respuesta, aunque se reconocía como el obediente servidor de su superior en asuntos que afectaban a sus deberes militares, se negaba a recibir órdenes de él en cuanto al uso del idioma inglés. Esto, anunció, era “una cosa que no voy a aguantar”. ¡Quizás haya aprendido otra cosa desde entonces!

Winston Churchill estuvo relacionado con esta broma en un proceso de varios pasos que comenzó en 1943. Los detalles se dan más abajo junto con citas adicionales seleccionadas en orden cronológico.

En 1910 apareció una broma diferente sobre las preposiciones en “A Guide to Technical Writing” de Thomas Arthur Rickard. La siguiente regla, torpemente redactada, se autoviolaba porque la palabra final era una preposición; de ahí que esta ocurrencia fuera distinta: 2

Un humorista enunció una vez la regla así: “Nunca utilices una preposición para terminar una frase”.

El chiste que examinamos apareció en un periódico inglés en 1941, como se ha mostrado anteriormente.

El siguiente caso más antiguo apareció en el número de mayo de 1942 de “The Strand Magazine”. Churchill no fue mencionado en este cuento titulado “The End of a Sentence” que apareció en una sección llamada “World Laughs” que contenía varias otras piezas humorísticas cortas: 3

Cuando un memorándum pasó por cierto departamento del Gobierno, un joven pedante garabateó una posdata llamando la atención sobre el hecho de que la frase terminaba con una preposición, lo que hizo que el escritor original hiciera circular otro memorándum quejándose de que la posdata anónima era “una impertinencia ofensiva, que no voy a soportar”

El 5 de agosto de 1942 se publicó otro caso en una columna de humor de un periódico de Ottawa, Canadá, titulada “Once Over Lightly”: 4

Alguien nos ha regañado por terminar una frase con una preposición. En palabras de un oficinista inglés que fue empalado por la misma ofensa, es una pedantería “que no podemos soportar”.

El 30 de septiembre de 1942 el “Wall Street Journal” reprodujo la historia humorística de “The Strand” en su columna de humor “Pepper and Salt” y reconoció a la revista. 5 Esta cita clave y otras fueron encontradas por Ben Zimmer, 6 un brillante lingüista que escribe para el Wall Street Journal sobre el tema del lenguaje.

El cuento de “The Strand” fue popular y se reprodujo en varias publicaciones periódicas. Por ejemplo, el 7 de octubre de 1942 se publicó en el “Christian Science Monitor”. 7 En noviembre de 1942 el chiste se publicó en el “Journal of Accountancy”. 8

El 2 de diciembre de 1942 se publicó una versión diferente de la historia con un escenario militar en “The Evening Citizen” de Ottawa, Canadá. El periódico reconoció a la periodista June Provines del “Chicago Sun”: 9

Un capitán del ejército que carecía de educación formal publicó un aviso en el tablón de anuncios de la compañía que estaba tan construido gramaticalmente que terminaba con una preposición. Un soldado raso con estudios en Harvard lo leyó y comentó: “¿No es horrible para un hombre con mi educación tener que recibir órdenes de un hombre que termina una frase con una preposición?”. El capitán se enteró del comentario del soldado raso y construyó un nuevo aviso:

“Hay cierta insubordinación en esta compañía que no voy a tolerar”.

El 9 de octubre de 1943 un periódico de Nottingham, Inglaterra, atribuyó el remate a una persona cuyas iniciales eran “W.S.C.”, es decir, Winston S. Churchill. Esta fue la primera vinculación con Churchill conocida por AN. El chiste estaba incompleto porque no incluía la afirmación previa sobre evitar la colocación de una preposición al final de una frase: 10

Tal vez un reciente memorando distribuido entre los miembros del Gobierno haya influido en la decisión de “racionalizar” la Administración Pública. El documento era prolijo y estaba escrito con un estilo pesado y pedante. De una lectura surgió la siguiente nota sobre las iniciales “W.S.C.”:

“Este memorándum está escrito en un inglés pomposo que no voy a soportar”.

El 21 de enero de 1944 un periódico de Melbourne, Australia, atribuyó el chiste a Churchill. El chiste seguía estando incompleto porque no incluía la afirmación previa: 11

Recientemente recibí una nota de un colega de Londres en la que se citaba la historia que entonces circulaba de una réplica devastadora hecha por el Primer Ministro. A un largo y flatulento informe, se dice que adjuntó la siguiente minuta:

“Este es un ejemplo de inglés pomposo y bastardo que no voy a soportar”.

En febrero de 1944 se publicó otra variante en la revista “Billboard” dentro de un artículo que describía los Servicios de Radio de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos (AFRS). El talento empleado por el AFRS fue seleccionado de múltiples ramas militares, incluyendo la Marina y el Ejército. En este caso, un oficial de la Marina reprendió a un guionista de menor rango porque había escrito una frase que terminaba con una preposición: 12

El intérprete, un oficial, entró en una diatriba sobre su guión. Concluyó con un “buen escritor que es usted. Gracias a Dios que estamos en la marina. En la vida civil lo único que podría hacer es echarle la bronca. Pero aquí un trabajo como este, imagina terminar una frase con una preposición, es una violación de las órdenes y una insubordinación de rango”.

A lo que se supone que el escritor respondió: “Sí, señor. Es una insubordinación de rango. Con la que no debería tener que aguantar”.

El 28 de febrero de 1944 se publicó en varios periódicos una noticia sobre Churchill basada en un informe transmitido por cable desde Londres. A continuación, el artículo del “New York Times”: 13

La búsqueda de claridad y brevedad por parte del primer ministro Winston Churchill en esos embrionarios documentos de Estado que los ministros británicos llaman “minutas” aumentó considerablemente la semana pasada.

Ante una larga y farragosa “minuta” escrita sobre un tema menor por un ministro, el Sr. Churchill garabateó lo siguiente en tinta roja:“Este es el tipo de tonterías tediosas que no voy a aguantar” Para dejar clara su intención, el Primer Ministro subrayó fuertemente el “hasta”.

Cualquier broma sobre la colocación de las preposiciones habría sido ininteligible porque el “New York Times” había colocado las palabras “up” y “with” al final de la frase que se acreditaba a Churchill.

Es posible que los celosos editores del periódico no entendieran del todo la intención humorística y modificaran el texto. Otra posibilidad es que alguien del personal de Churchill no entendiera del todo la burla y enviara una frase con un orden de palabras diferente.

El artículo del “Chicago Tribune” del mismo día era muy similar, pero las palabras atribuidas a Churchill tenían un orden diferente: 14

“Este es el tipo de tonterías tediosas que no voy a aguantar” El primer ministro subrayó mucho “arriba”.

En este caso la palabra “arriba” se colocó al final de la frase atribuida a Churchill. Así que, una vez más, cualquier broma sobre evitar la colocación terminal de las preposiciones quedó desvirtuada.

El 4 de marzo de 1944 el Ottawa Citizen intentó reconstruir la ocurrencia. Pero el periódico no atribuyó la frase graciosa a Churchill. En cambio, el periódico indicó que Churchill debería haber utilizado la frase pero no lo hizo: 15

“Este es el tipo de tonterías tediosas que no voy a soportar”, dijo el Sr. Churchill. Tal inelegancia preposicional es tal vez perdonable en tiempos de guerra, aunque de un primer ministro de su formación académica uno esperaría normalmente “…con la que no voy a aguantar”

El 15 de septiembre de 1945 “The Montreal Gazette” publicó un ejemplo con el orden correcto de las palabras acreditado a Churchill. Sin embargo, el chiste quedó incompleto porque se omitió el comentario preliminar: 16

Se le había presentado un ponderado informe jurídico, en el que el sentido llano brillaba oscuramente a través de muchos considerandos, de dónde y por qué. El Sr. Churchill cumplió con su deber y leyó el informe. Pero lo devolvió a quienes lo habían preparado con esta anotación: “Considerando que este informe debe ser reescrito. Por lo tanto, tal cosa con la que no me pondré.”

El 27 de octubre de 1945 un periódico de Lethbridge, Alberta, imprimió una declaración singularmente revuelta y acreditó las palabras a Churchill. 17

La historia es que Churchill fue acosado por un alto funcionario que tenía un don único para escribir informes en “lenguaje oficial”, grandes frases farragosas…

Al final uno acabó con la paciencia de Churchill. Ordenó que lo reescribieran, anotando al margen “Este es el tipo de cosas que hay que aguantar y que no necesito”.

Churchill no fue el único personaje famoso que apareció en el relato. El 21 de enero de 1946 el influyente columnista de prensa Walter Winchell contó una variante con el popular galán Rudy Vallee quejándose a un guionista por la colocación de preposiciones: 18

Las historietas: Rudy Vallee (Sigue yendo a lo grande como hace una década) de vez en cuando se mete con sus guionistas. Un día Rudy estalló porque una de sus líneas terminaba en “con”…. Despotricó sobre el hecho de terminar una frase con una preposición. . . El jefe de guionistas se sentó y lo miró fijamente… Finalmente, cuando pudo meter una palabra de soslayo, le dijo: “Estoy de acuerdo, señor Vallee. Eso es algo con lo que no debería tener que ponerse.”

El 4 de marzo de 1946 el columnista de lengua de Los Angeles Times publicó una carta en la que presentaba la ocurrencia de nuevo en un entorno militar: 19

Los Ángeles: La superstición de que no es gramatical terminar una frase con una preposición nos acompañará sin duda hasta el final, a pesar de sus buenos esfuerzos por derribar el mito. Han oído el del oficial al mando que, al enterarse de que una de sus decisiones había sido criticada por sus oficiales subalternos, colocó un aviso en el tablón de anuncios que decía: “Este es un tipo de crítica que no soportaré”

El 7 de abril de 1946, Los Angeles Times publicó la siguiente versión con Churchill: 20

Las mujeres se pasan un bon mot en el número actual de Contrapunto. Winston Churchill, después de pasar por el circunloquio y las preposiciones de un informe gubernamental, exclamó: “Este es el tipo de inglés rebuscado que no voy a soportar”.

El 30 de septiembre de 1946 se publicó en el Washington Post una instancia completa de la anécdota similar a la originalmente contada en “The Strand” con Churchill como protagonista: 21

La última historia de Churchill que circula tiene que ver con un joven y estirado secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores que tenía el trabajo de “revisar” los magníficos discursos del entonces Primer Ministro. Al joven le disgustaba la costumbre del Primer Ministro de terminar las frases con preposiciones y corregía dichas frases cada vez que las encontraba.

Finalmente, el Sr. Churchill se hartó de esto. Así que corrigió su propio discurso y lo devolvió al Ministerio de Asuntos Exteriores con una anotación en tinta roja, “¡Este es el tipo de tonterías pedantes que no voy a soportar!”.

En conclusión, este chiste gramatical apareció por primera vez dentro de un relato humorístico sobre un profesor de inglés de instituto impreso el 31 de julio de 1941 en “The West Sussex Gazette” de Inglaterra. El escenario del chiste se cambió a un departamento del gobierno británico cuando se volvió a contar en “The Strand Magazine” en mayo de 1942. Las variantes han evolucionado con el tiempo. Por ejemplo, un comandante militar y Rudy Vallee han aparecido en instancias del chiste.

Winston Churchill fue relacionado con esta idea humorística a partir de octubre de 1943. La historia cómica con Churchill cambió durante un período de tres años hasta que la versión moderna surgió para 1946.

(Muchas gracias al corresponsal Braddon Upex que localizó las importantes citas fechadas el 31 de julio de 1941 y el 9 de octubre de 1943. También, gracias a Ben Zimmer que localizó la cita del “Wall Street Journal” que reconocía a “The Strand”. Además, gracias a Benjamin Barrett que localizó la cita de 1910.)

Actualización de la historia: El 18 y 19 de mayo de 2020 se añadieron al artículo las citas de 1910; 31 de julio de 1941; y 9 de octubre de 1943. Además, se reescribieron algunas partes del artículo.

Notas:

  1. 31 de julio de 1941, The West Sussex Gazette, Our Comment and Gossip: Cosas en General, Cita Página 4, Columna 2, Sussex, Inglaterra. (British Newspaper Archive)
  2. 1910, A Guide to Technical Writing by T. A. Rickard (Thomas Arthur Rickard), Second Edition, Chapter: Standardization of English in Technical Literature, Cita de la página 148, Mining and Scientific Press, San Francisco, California. (Internet Archive.org) link
  3. 1942 Mayo, The Strand Magazine, Volumen 103, World Laughs, The End of a Sentence, Página 75, G. Newnes. (Verificado con fotocopias de la Biblioteca Carnegie de Pittsburgh; Gracias especiales a mi maravillosa bibliotecaria local) link
  4. 5 de agosto de 1942, The Evening Citizen [Ciudadano de Ottawa], Once Over Lightly, Sección: Editoriales, Página sin numerar, [GN Página 33], Columna 4, Ottawa, Canadá. [La base de datos GNA da una fecha incorrecta del 4 de agosto de 1942] (Google News Archive)
  5. 30 de septiembre de 1942, Wall Street Journal, Pepper and Salt, Página 6, Nueva York. (ProQuest)
  6. Sitio web de Language Log, “A Misattribution No Longer to be Put Up With” por Ben Zimmer, Fecha de publicación: 12 de diciembre de 2004; “Churchill vs. Editorial Nonsense” por Ben Zimmer, Fecha de publicación: 27 de noviembre de 2005. (Consultado en itre.cis.upenn.edu el 5 de junio de 2012) link
  7. 07 de octubre de 1942, Christian Science Monitor, In Lighter Vein, Fed Up With, Page 23, Column 5, Boston, Massachusetts. (ProQuest)
  8. 1942 noviembre, Journal of Accountancy, Sección: Hallazgos y Opiniones, Gramática, Página 480, Número 5, Volumen 74, [La base de datos combina el artículo con “El efecto fiscal en la renegociación de los contratos de guerra”], Publicado por el Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados. (ABI Inform)
  9. 2 de diciembre de 1942, The Evening Citizen [Ciudadano de Ottawa], Párrafos de prensa: Advertencia, (Agradecimiento: June Provines en Chicago Sun), Sección: Editoriales, Página sin numerar, GNA Página 23, Ottawa, Canadá. (Google News Archive)
  10. 9 de octubre de 1943, The Nottingham Journal, Russians Forcing Decisive Last Battle: Basic English, Cita Página 2, Columna 6 y 7, Nottinghamshire, Inglaterra. (British Newspaper Archive)
  11. 21 de enero de 1944, The Herald, Return Of The Warhorse by Geoffrey Tebbutt, Cita Página 4, Columna 6 y 7, Melbourne, Australia. (Trove National Library of Australia)
  12. 5 de febrero de 1944, Billboard, Army Broadcasting Selling The World as It Entertains G.I.’s on All Six Continents, Quote Page 19, Nielsen Business Media. (Vista completa de Google Books) link
  13. 28 de febrero de 1944, New York Times, Much Too Long a ‘Minute’: Churchill’s Scorn at the Minister’s ‘Tedious Nonsense’, (por Cable to the New York Times), Página 9, Nueva York. (ProQuest)
  14. 28 de febrero de 1944, Chicago Tribune, Tedious Report Draws Rebuke from Churchill, Wireless to the New York Times and The Chicago Tribune, Page 1, Chicago, Illinois. (ProQuest)
  15. 4 de marzo de 1944, The Evening Citizen [Ottawa Citizen], Once Over Lightly, Página 22, Col. 4, Ottawa, Canadá. (Google News Archive)
  16. 15 de septiembre de 1945, The Gazette (La Gaceta de Montreal), Up With Which I Will Not Put, Cita Página 8, Columna 2, Montreal, Canadá. (Newspapers_com)
  17. 27 de octubre de 1945, Lethbridge Herald, Esquina izquierda, Página etiquetada “Back Page”, [Página 16], [NArch Page 19], Columna 2, Lethbridge, Alberta. (NewspaperArchive)
  18. 21 de enero de 1946, Spartanburg Herald (Herald-Journal), How Current Broadway Shows Rate With the Critics by Walter Winchell, Page 4 (GN says Page 6), Column 3, Spartanburg, South Carolina. (Google News Archive)
  19. 4 de marzo de 1946, Los Angeles Times, “Take My Word For It!” por Frank Colby, Página 10, Los Angeles, California. (ProQuest)
  20. 1946 April 7, Los Angeles Times, Things About Which: Women Are Talking by The Reviewer, Page C11, Los Angeles, California. (ProQuest)
  21. 1946 September 30, Washington Post, Town Talk by Eva Hinton, Page 12, Washington, D.C. (ProQuest)