El tiempo es dinero. ¿Benjamin Franklin?

Estimado Equipo de Apócrifo o no: Como empresario me maravilla la sabiduría y concisión de la siguiente máxima:

El tiempo es oro.

Se suele atribuir a Benjamin Franklin, pero me he vuelto escéptico sobre las atribuciones después de leer este blog. Así que realicé mi propia exploración de este dicho y determiné que efectivamente fue Franklin quien lo dijo. Reforzó el significado de la máxima con un ejemplo de sentido común que dice: si te saltas medio día de trabajo entonces tiras el salario de medio día:

Recuerda que el tiempo es dinero. Aquel que puede ganar diez chelines al día por su trabajo, y se va al extranjero, o se sienta sin hacer nada la mitad de ese día, aunque sólo gaste seis peniques durante su diversión u ociosidad, no debe ser considerado como el único gasto; realmente ha gastado o tirado cinco chelines además.

Lo dijo en 1748 en un ensayo titulado Consejos a un joven comerciante. ¿Es este un ejemplo de refrán debidamente reconocido?

Equipo de Apócrifo o no: ¡Gran trabajo! Has dado excelentes pruebas de que Franklin empleó la máxima en 1748. La pregunta que queda es: ¿Lo dijo alguien antes que Franklin?

Antes de intentar responder a esta pregunta AN desea reconocer a un pionero en el campo de la investigación de citas. El autor Ralph Keyes pasó años rastreando la verdad sobre varias citas, y presentó sus fascinantes hallazgos en dos maravillosos libros:

Los chicos buenos terminan séptimos: Frases falsas, dichos espurios y citas erróneas familiares (1992).

El verificador de citas: Who Said What, Where, and When (2006).

Estos libros fueron una importante inspiración para la creación de este sitio web, y los recomiendo encarecidamente a todos los lectores de este blog.

Durante más de veinte años en la década de 1700 Franklin publicó un almanaque anual llamado El almanaque del pobre Ricardo que contenía muchos aforismos. Keyes escribe lo siguiente sobre la originalidad de estos textos:

Desde hace tiempo se sabía que algunos de los refranes del pobre Ricardo se basaban en el trabajo de otros. Los escritores de almanaques eran notoriamente pegajosos, y Benjamin Franklin no era una excepción. Él mismo lo admitió. “¿Por qué debería dar a mis lectores mis propias frases malas?”, se preguntaba Franklin, “cuando las buenas de otras personas son tan abundantes”

Keyes comenta el trabajo de Robert Newcomb, quien rastreó miles de dichos que aparecieron en el Poor Richard’s Almanack hasta otras fuentes. Muchos fueron tomados de recopilaciones contemporáneas de citas, libros a los que Newcomb se refiere como “Bartlett’s Quotations of his day”

Con estos antecedentes no es de extrañar que AN encontrara el apotegma “el tiempo es dinero” décadas antes, en 1719, en la publicación periódica The Free-Thinker:

Recuerdo haber oído hablar de una mujer notable, que era plenamente consciente del valor intrínseco del tiempo: su marido era zapatero y un excelente artesano, pero nunca le importó cómo pasaban los minutos. En vano su esposa le inculcó que el tiempo es dinero: Él tenía demasiado ingenio para aprehenderla; y maldecía el reloj de la parroquia, cada noche; lo que al final lo llevó a la ruina;

Nótese que en esta instancia anterior de 1719 la frase “el tiempo es dinero” coincide exactamente es porque AN buscó una coincidencia exacta. Sin embargo, el punto de vista expresado en el proverbio tiene una larga historia, y puede ser formulado de muchas maneras diferentes.

El Oxford Dictionary of Proverbs en línea ofrece dos citas anteriores con una fraseología muy diferente. La primera cita es una versión de la Grecia clásica “el gasto más costoso es el tiempo” atribuida a Antifón. La segunda cita es del Discurso sobre la Usura de 1572, “Dicen que el tiempo es precioso”.

1793, Works of the Late Doctor Benjamin Franklin, [Fecha en el ensayo 1748] Advice to a Young Tradesman, Page 188, Printed for P. Wogan, P. Byrne, J. Moore, and W. Jones, Dublin. (Vista completa de Google Books) link

1992, Nice Guys Finish Seventh por Ralph Keyes, Páginas 30-32, HarperCollins, Nueva York.

1719 Mayo 18, The Free-Thinker, Página 128 (GN Página 119), Número 121, Londres. (Google Books full view) link

2009, The Oxford Dictionary of Proverbs editado por Jennifer Speake, Time, Oxford Reference Online, Oxford University Press. (Consultado en mayo de 2010)