Las mejores y más bellas cosas del mundo no se pueden ver ni tocar

¿Helen Keller? ¿Anne Sullivan? ¿John Macy? ¿Margaret Davidson? ¿Apócrifo?

Estimado Equipo de AN: La notable historia de Helen Keller y su maestra Anne Sullivan ha sido contada en libros, programas de televisión y películas. Keller, que era sorda y ciega, aprendió a comunicarse, obtuvo un título universitario y se convirtió en una notable oradora y autora. Se le atribuyen las siguientes conmovedoras palabras:

Las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver ni siquiera tocar. Hay que sentirlas con el corazón.

¿Escribió esto en uno de sus libros?


Equipo de AN: Una declaración casi idéntica aparece en uno de los libros de Keller. Curiosamente, las palabras no fueron acreditadas a ella. El libro “La historia de mi vida” de Helen Keller se publicó en 1905, e incluía una carta fechada el 8 de junio de 1891 de Keller al reverendo Phillips Brooks. Ella tenía casi 11 años cuando la carta fue escrita, y contenía el siguiente pasaje:

Solía desear poder ver imágenes con mis manos como hago con las estatuas, pero ahora no pienso a menudo en ello porque mi querido Padre ha llenado mi mente de bellas imágenes, incluso de cosas que no puedo ver. Si la luz no estuviera en tus ojos, querido Sr. Brooks, entenderías mejor lo feliz que se puso tu pequeña Helen cuando su maestra le explicó que las mejores y más bellas cosas del mundo no se pueden ver ni siquiera tocar, sino sólo sentir en el corazón. Cada día descubro algo que me alegra.

Una extraordinaria mujer llamada Anne Sullivan fue la maestra de Keller a partir de 1887. Por lo tanto, la cita se originó con Sullivan en lugar de Keller; sin embargo, la joven hizo suyo el pensamiento que expresaba. La frase evolucionó con el tiempo. Por ejemplo, la frase “sentida en el corazón” se convirtió en “sentida con el corazón” en la versión moderna.

Aquí hay citas adicionales seleccionadas en orden cronológico:

La carta con la cita fue escrita el 8 de junio de 1891, como se ha comentado anteriormente. El manuscrito de “La historia de mi vida” estaba disponible para los revisores en 1903, y fue reseñado en la revista “The Outlook” en mayo. La valoración positiva culminó con un extracto de la carta al reverendo Brooks que incluía la cita investigada.

En octubre de 1903 el libro fue reseñado en “The Bookman” en un artículo titulado “Un estudio psicológico único”. El crítico también quedó impresionado con la cita y terminó la reseña reimprimiendo un pasaje de la carta a Brooks que contenía el dicho.

Por citar sus propias palabras de niña -pues su capacidad literaria, incluso de pequeña, era bastante inusual- “Si la luz no estuviera en sus ojos, querido Sr. Brooks, entendería mejor lo feliz que se puso su pequeña Helen cuando su maestra le explicó que las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver, ni siquiera tocar, sino sólo sentirlas en el corazón”.

En 1921 se publicó en un libro una versión abreviada del pasaje. Esta versión acreditaba las palabras a Keller, pero no mencionaba al maestro de Keller:

“Las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver ni tocar, sino sólo sentir en el corazón”. Estas son las palabras de la niña ciega, sorda y muda, Helen Keller, el despertar de su alma e inteligencia es una de las grandes hazañas educativas de nuestro tiempo.

En 1957 se publicó en el Washington Post una interesante declaración de un ensayo ganador de un concurso. La redacción recordaba a la cita:

Una chica de Lituania que describió la libertad como “algo que se siente con el corazón más que se ve con los ojos”, ganó ayer el concurso de oratoria del Distrito “Hablo por la Democracia”.

En 1969 la editorial educativa Scholastic publicó una breve biografía de Keller que concluía con el siguiente texto que incorporaba la versión moderna más común del dicho:

Helen Keller ha muerto. Pero su espíritu sigue vivo. Como ella dijo tantas veces: “Las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver ni siquiera tocar. Hay que sentirlas con el corazón”.

En conclusión, la cita evolucionó a partir de una declaración en una carta fechada en 1891. Helen Keller atribuyó originalmente el dicho a su maestra Anne Sullivan. Es posible que Keller reiterara más tarde el mismo pensamiento ella misma.

1905 [Copyright 1904], The Story of My Life by Helen Keller, [Carta al reverendo Phillips Brooks fechada el 8 de junio de 1891], página 203, Grosset & Dunlap, Nueva York. (Vista completa de Google Books) link (La edición de Doubleday, Page and Company también se ha puesto en línea) link

1903 16 de mayo, The Outlook, Volumen 74, Número 3, Sección: Los libros de una temporada, Helen Keller, [Reseña de La historia de mi vida por Helen Keller], Comienza la página 189, Cita la página 191, Columna 2, Outlook Publishing Company, Nueva York. (Vista completa de Google Books) link

1903 octubre, The Bookman, A Unique Psychological Study by M. Beresford Ryley, [Review of The Story of My Life by Helen Keller], Quote Page 46, Hodder & Stoughton, London. (Vista completa de Google Books) link

1921 [Copyright 1906], The Masters of Fate: The Power of the Will by Sophia P. Shaler, Page 191, Duffield and Company, New York. (Google Books full view) link

1957 diciembre 08, The Washington Post and Times Herald, Lithuanian’s ‘Democracy’ Speech Wins, Page A15, Washington, D.C. (ProQuest)

1969, Helen Keller por Margaret Davidson, [Scholastic Biography], Página 91, Scholastic, Nueva York. (Verificado en papel).