Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su capacidad para trepar a un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido

¿Albert Einstein? ¿Amos Dolbear? ¿Matthew Kelly? ¿Apócrifo?

Estimado investigador de citas: El siguiente dicho es popular en Facebook, donde se atribuye a Albert Einstein. También lo he visto en numerosos sitios web:

Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su capacidad para trepar a un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido.

A veces se utiliza “todo el mundo” en lugar de “todos”. ¿Realmente dijo esto Einstein?


Investigador de citas: No hay pruebas sustanciales de que Einstein hiciera esta afirmación. No aparece en la completa colección de citas “The Ultimate Quotable Einstein” de Princeton University Press. 1

La primera evidencia de una coincidencia cercana conocida por AN apareció en 2004, y eso es décadas después de la muerte de Einstein en 1955. El libro de autoayuda “El ritmo de la vida: Vivir cada día con pasión y propósito” de Matthew Kelly contenía un capítulo titulado “Todo el mundo es un genio” que comenzaba: 2

Albert Einstein escribió: “Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su capacidad para trepar a un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido”. La pregunta que tengo para ti en este punto de nuestro viaje juntos es: “¿Cuál es tu genio?”

Esta cita alude a un marco alegórico de larga data. Es inapropiado juzgar a un animal centrándose en una habilidad que la criatura no posee. Un pez está especializado en nadar magníficamente, y su capacidad para trepar a un árbol es inexistente o rudimentaria. En el ámbito de la educación, esta alegoría se ha empleado repetidamente durante más de cien años. Por lo tanto, esta cita se basa en ideas que han estado en circulación entre los educadores durante muchas décadas.

A continuación se presentan otras citas seleccionadas en orden cronológico:

El destacado investigador lexicográfico Barry Popik señaló la existencia de cuentos sobre escuelas para animales que son muy valiosos para entender el trasfondo que hay detrás de la creación de esta cita.

AN ha identificado un influyente ensayo llamado “An Educational Allegory” que fue escrito bajo el seudónimo “Aesop, Jr.” y publicado en el “Journal of Education” en 1898. El autor fue identificado posteriormente como Amos E. Dolbear de Tufts, un destacado físico e inventor. El ensayo hacía hincapié en lo absurdo de utilizar un único estándar inflexible para evaluar el rendimiento de cada alumno. Tenga en cuenta que los extractos suelen llevar sangría, pero en aras de la legibilidad, este extracto ampliado no lleva sangría: 3

Hace mucho tiempo, cuando la creación animal se diferenciaba en nadadores, escaladores, voladores y corredores, había una escuela para el desarrollo de los animales. La teoría de la escuela era que los mejores animales debían ser capaces de hacer una cosa tan bien como otra; y si había una aparente aptitud en un determinado animal para hacer una cosa y una aparente inaptitud para hacer otras cosas, el tiempo y el esfuerzo debían emplearse en la segunda en lugar de la primera.

Si uno tenía las patas cortas y las alas buenas, se debía prestar atención a la carrera para igualar las cualidades en la medida de lo posible. Así, al pato se le mantenía andando en lugar de nadar, al pelícano se le mantenía moviendo sus cortas alas en el intento de volar. Al águila se le hacía correr y se le permitía volar sólo por recreo, mientras que a los renacuajos que maduraban se les reprendía sin piedad por no ser ni una cosa ni otra.

Todo esto en nombre de la Educación.

No se podía confiar en la naturaleza para la formación de los individuos, ya que éstos debían desarrollarse de forma simétrica y similar tanto para su propio bienestar como para el de la comunidad. Los animales que no se sometían a esa formación, sino que persistían en desarrollar los mejores dones que tenían, eran deshonrados, llamados estrechos de miras y especialistas, y se les ponían dificultades especiales cuando intentaban ignorar la teoría de la educación reconocida por la escuela.

No se permitía a nadie graduarse en esa escuela a menos que pudiera escalar, nadar, correr y volar a un ritmo determinado. Así, sucedió que el tiempo empleado por el pato en aprender a correr al ritmo prescrito le había dificultado tanto la natación que apenas era capaz de nadar al ritmo prescrito, y además había sido regañado, amenazado, castigado y maltratado de muchas maneras para hacer de su vida una carga, y salió de la escuela humillado, y el ornitótropo pudo ganarle tanto corriendo como nadando. De hecho, este último se llevó el premio en dos departamentos.

El águila no avanzó en subir a la copa de un árbol. Aunque demostró que podía llegar igual, la actuación se contabilizó como un demérito, ya que no se había hecho de la manera prescrita.

Una anguila anormal con grandes aletas pectorales demostró que podía correr, nadar, trepar a los árboles y volar un poco; fue nombrado valedictorio.

La contundencia de esta alegoría fue reconocida por otros instructores y académicos. Por ejemplo, el texto fue reproducido en una ponencia presentada por el presidente de la Universidad de Virginia Occidental en la reunión anual de la Asociación Educativa del Sur en diciembre de 1899. 4

La lectora Deidree McMaster señaló reflexivamente a AN la rareza de la siguiente afirmación en la alegoría: “el pelícano se mantuvo moviendo sus cortas alas en el intento de volar”. Las alas de un pelícano no son especialmente cortas, y la palabra “pingüino” podría tener más sentido que “pelícano” en este contexto; sin embargo, el texto original y numerosas reediciones del cuento utilizaban la palabra “pelícano”, y AN decidió presentar el texto sin modificar.

En 1903 un periódico de Illinois publicó una fábula titulada “Jungle School Board” con animales en un entorno escolar, pero el énfasis era diferente. Las criaturas eran incapaces de construir un plan de estudios conjunto: 5

Cuando los animales decidieron establecer escuelas, seleccionaron un consejo escolar formado por el señor Elefante, el señor Canguro y el señor Mono, y estos compañeros celebraron una reunión para acordar sus planes.
“¿Qué se enseñará a los hijos de los animales en la escuela de animales? Esa es la cuestión”, declaró el Sr. Mono.
“Sí, esa es la cuestión”, exclamaron juntos el señor Canguro y el señor Elefante.

“Hay que enseñarles a subir a los árboles”, dijo el mono, positivamente. “Todos mis parientes servirán de maestros”
. “¡No, claro!”, gritaron los otros dos, a coro. “Eso nunca serviría”.
“Hay que enseñarles a saltar”, gritó el canguro, con énfasis. “Todos mis parientes estarán encantados de enseñarles”.
“¡No, claro!” gritaron los otros dos, al unísono. “Eso nunca serviría”.
“Hay que enseñarles a parecer sabios”, dijo el elefante. “Y todos mis parientes actuarán como maestros”.
“¡No, en efecto!” aullaron los otros dos juntos. “Eso no servirá nunca”

“Pues, ¿qué hará?”, preguntaron, mientras se miraban perplejos.
“Enséñales a trepar”, dijo el Sr. Mono.
“Enséñales a saltar”, dijo el Sr. Canguro.
“Enséñales a parecer sabios”, dijo el Sr. Elefante.
Y así fue como ninguno cedió, y al ver que no había posibilidad de ponerse de acuerdo, todos se enfadaron y decidieron no tener ninguna escuela de animales.

En 1907 la alegoría de 1898 se reimprimió en el informe anual de un sistema escolar de Massachusetts. El párrafo introductorio daba el nombre del autor de la fábula: 6

Sobre la insensatez de intentar hacer pasar a todo tipo de niños por el mismo molde, con la vana esperanza de llevarlos a todos al mismo estándar de uniformidad, no se ha escrito nada mejor que lo aparecido hace algún tiempo en el “Christian Endeavor World”, de la pluma del mayor científico de Nueva Inglaterra, el profesor Amos E. Dolbear del Tufts College.

En 1920 la alegoría fue reimpresa en un periódico de San Diego, California, y la introducción señalaba otra publicación periódica que había reimpreso la obra. Este caso de 1920 no era una reimpresión exacta, pero las alteraciones eran menores: 7

Observando algunas revistas antiguas el otro día me encontré con un artículo de The World’s Work, de Arthur D. Dean, en el que citaba una historia, una sátira de las condiciones de los asuntos contada por el difunto profesor Dolbear de la universidad de Tufts.

En la década de 1940 se habían realizado algunas alteraciones significativas en el cuento, por ejemplo, se había añadido una ardilla. Además, el nombre del autor original, Dolbear, aparentemente se había perdido. El siguiente ejemplo se publicó en el Boston Herald en mayo de 1946: 8

El siguiente tratado sobre la educación superior me llega por medio de un profesor del MIT, pero si la autoría es suya, no lo sé. Dice así: Una vez los animales tuvieron una escuela. El plan de estudios consistía en correr trepar, volar y nadar, y todos los animales cursaban todas las asignaturas.

El Pato era bueno en natación -mejor, de hecho, que su instructor- y sacaba notas de aprobado en vuelo, pero era prácticamente inútil en carrera. Como era bajo en esta asignatura, se le obligó a quedarse después de la escuela y dejar la clase de natación para practicar la carrera. Siguió así hasta que sólo fue mediocre en natación, pero medio era aprobado, así que nadie se preocupó por eso, excepto el pato.

El Águila fue considerado un alumno problemático y fue disciplinado severamente. Ganaba a todos los demás para llegar a la cima del árbol en la clase de escalada, pero siempre utilizaba su propia manera de llegar allí.

El Conejo empezó siendo el primero de la clase en correr, pero tuvo un ataque de nervios y tuvo que dejar la escuela a causa de tanto trabajo de recuperación en natación.

La Ardilla lideró la clase de escalada, pero su profesor de vuelo le hizo empezar a volar desde el suelo en lugar de hacerlo desde arriba, y desarrolló caballos de charley por el sobreesfuerzo en el despegue y empezó a sacar C en escalada y D en carrera.

Los prácticos Perros de la Pradera pusieron a sus hijos como aprendices de los Tejones cuando las autoridades escolares se negaron a añadir la excavación al plan de estudios.

Al final del año, una anguila anormal que podía nadar bien y correr, trepar y volar un poco fue nombrada Valedictorian.

En diciembre de 1947 se imprimió una versión de la fábula similar a la anterior en “The Education Digest”, que reconocía un número de “Better Teaching” publicado en mayo de 1947. No se dio el nombre de la autoría. 9

En 1967 se imprimió una versión de la fábula que era similar a los casos de la década de 1940 en el Rockford Morning Star de Rockford, Illinois. El cuento apareció en una “Carta al Editor” de un “Lector de Rockford” no identificado. 10

Existió otro hilo de desarrollo para la frase “Todo el mundo es un genio” que está presente en la cita investigada. En 1974 se publicó una entrevista con la famosa bailarina y coreógrafa moderna Martha Graham en la que acreditaba un comentario sobre la ubicuidad del genio a un notable compositor: 11

Edgar Varese, el compositor, dijo: “Martha, todo el mundo nace con genio, pero algunos sólo lo conservan durante unos minutos”. Esa es la exigencia: conservarlo.

En 1977 apareció en un periódico de Virginia, en una sección llamada “Quotable Quotes”, un dicho humorístico sobre la prevalencia del genio: 12

“Todo el mundo es un genio al menos una vez al año. Los verdaderos genios simplemente tienen sus ideas brillantes más cerca”. G. C. Lichtenberg

En 1983 una columna de un periódico sindicado presentó una broma sobre la genialidad en Hollywood: 13

Gracias por transmitir la definición de Erskine Johnson de Hollywood “Donde todo el mundo es un genio, hasta que ha perdido su trabajo”.

En el año 2004 el autor Matthew Kelly atribuyó la cita en exploración a Albert Einstein, tal y como se señala al principio de este artículo: 14

Albert Einstein escribió: “Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su capacidad para trepar a un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido”.

 

En conclusión, la larga historia de las fábulas sobre animales en las escuelas casi seguramente influyó en la construcción de esta cita. El punto central de las fábulas es que a cada individuo se le debe permitir perseguir sus puntos fuertes; además, una debilidad en algún área no debe inducir sentimientos de inferioridad debilitante. Estos puntos coinciden con la intención del refrán. No hay pruebas sustanciales que relacionen a Einstein con la cita.

 

Notas:

  1. 2010, The Ultimate Quotable Einstein, Editado por Alice Calaprice, Princeton University Press, Princeton, New Jersey.
  2. 2004, “The rhythm of life: living every day with passion and purpose” (El ritmo de la vida: vivir cada día con pasión y propósito) por Matthew Kelly, Quote Page 80, Fireside, Nueva York. (Google Books Preview)
  3. 12 de octubre de 1899, Journal of Education, Volumen 50, Número 14, An Educational Allegory by Aesop, Jr. of Tufts College, Quote Page 235, Column 2, New England Publishing Company, Boston, Massachusetts. (HathiTrust full view) link link
  4. 1899, Southern Educational Association: Journal of Proceedings and Addresses of the Ninth Annual Meeting Held at Memphis, Tennessee on December 27 to 29, 1899, “Voluntary Election Versus Required Studies” by Dr. J. H. Raymond, President University of West Virginia, Start Page 200, Quote Page 208 and 209, Published by Southern Educational Association. (Google Books full view) link
  5. 29 de abril de 1903, The Illinois State Journal, For Women and Children: Junta Escolar de la Jungla, Cita de la página 4, Springfield, Illinois. (GenealogyBank)
  6. 1907, Annual Report of the School Committee and Superintendent of Public Schools of the City of Malden for the Year Ending December 31, 1906, “Annual Report of the Superintendent of Schools” by Henry D. Hervey, Start Page 5, Quote Page 11, J. A. Cummings Printing Co., Boston, Massachusetts. (Vista completa de Google Books) link
  7. 7 de diciembre de 1920, Evening Tribune, Hitting the Right Trail por George Cosgrove-Murphy, Quote Page 14, Column 2 and 3, San Diego, California. (La imagen de la página muestra “Tuffts” en lugar de “Tufts”) (GenealogyBank)
  8. 4 de mayo de 1946, Boston Herald, This and That In Bill’s Book por Bill Cunningham, Cita Página 6, Columna 1, Boston, Massachusetts. (En el texto original algunos nombres de animales estaban en mayúsculas y otros no. Aquí ponemos los nombres de los animales en mayúsculas de manera uniforme. Además, se añadieron párrafos para facilitar la lectura) (GenealogyBank)
  9. 1947 diciembre, The Education Digest, Once upon a Time, Quote Page 43, (Acknowledgement to Better Teaching, May 1947), Prakken Publications, Ann Arbor, Michigan. (Verificado en microfilm)
  10. 16 de diciembre de 1967, Rockford Morning Star, (Carta al editor titulada “Modern Fable” de “Rockford Reader”), Cita Página A10, Columna 3, Rockford, Illinois. (GenealogyBank)
  11. 8 de enero de 1974, Winnipeg Free Press, Revealing The Inner Landscape: A Private Vision Becomes A Dance por Henrietta Buckmaster, (Entrevista a Martha Graham), Cita Página 30, Columna 3, Winnipeg, Manitoba. (NewspaperArchive)
  12. 13 de mayo de 1977, Harrisonburg Daily News Record, Quotable Quotes, Quote Page 6, Column 1, Harrisonburg, Virginia. (NewspaperArchive)
  13. 7 de diciembre de 1983, Frederick News Post, Glad You Asked That by Marilyn and Hy Gardner, (Field Newspaper Syndicate), Quote Page D11, Column 1, Frederick, Maryland. (NewspaperArchive)
  14. 2004, “The rhythm of life: living every day with passion and purpose” by Matthew Kelly, Quote Page 80, Fireside, New York. (Vista previa de Google Books)